Vender un inmueble con hipoteca: Estrategias y recomendaciones
no de los interrogantes más comunes al considerar la venta de una vivienda es si se puede realizar la transacción si la propiedad aún está hipotecada. La presencia de una hipoteca puede complicar el proceso de venta y plantear varias preguntas sobre la viabilidad y los pasos a seguir para llevarla a cabo con éxito.
En Factor Immobiliari te ofrecemos estrategias y recomendaciones para realizarlo.
Primero, es importante entender que sí es posible vender una casa con una hipoteca activa. Existen diversas razones por las cuales alguien podría querer vender una propiedad hipotecada, como mudanzas por cambio de empleo, herencias, divorcios, o necesidades familiares. A pesar de que la hipoteca añade una capa de complejidad, la venta sigue siendo factible.
Uno de los escenarios más favorables es poder cancelar la hipoteca en el momento de la venta. Esto se puede lograr si el precio de venta de la vivienda es suficiente para cubrir la deuda pendiente con el banco. Los pasos a seguir incluyen confirmar el precio de venta, solicitar al banco un Certificado de Deuda Pendiente, y usar el dinero recibido para liquidar la deuda hipotecaria. Después de pagar la hipoteca y las comisiones asociadas, el vendedor recibirá el remanente.
Si la venta no cubre el total de la hipoteca, se puede proceder vendiendo el piso por debajo de la deuda. En este caso, el vendedor debe informar al banco sobre la situación y negociar la modificación de la deuda restante, que se convertirá en un nuevo préstamo con nuevas condiciones. El banco puede aplicar comisiones tanto para la cancelación de la hipoteca actual como para la apertura del nuevo préstamo.
Otra opción es la subrogación de la hipoteca, donde el comprador asume la hipoteca existente. Para ello, el comprador debe estar dispuesto y el banco debe aprobar su perfil. Si es aceptado, se realizará un cambio en el titular de la hipoteca.
Finalmente, una alternativa es la hipoteca puente, especialmente útil si se pretende comprar una nueva vivienda antes de vender la actual. Esta hipoteca cubre ambos préstamos temporalmente, facilitando el pago de dos hipotecas con una sola cuota durante el período de venta.
Vender una vivienda hipotecada también implica considerar gastos adicionales, como honorarios de agencia, comisiones por cancelación de hipoteca, y diversos impuestos. Si no se puede afrontar el pago de la hipoteca, vender la casa puede ser una mejor opción que enfrentar el impago, evitando así problemas legales y financieros.
Es recomendable explorar todas las opciones y consultar con un experto para tomar la mejor decisión según tu situación.
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